Bríndisi es una pequeña ciudad portuaria en la parte sur del país, un lugar ideal para los turistas que sueñan con un descanso tranquilo y solitario. A pesar de que el balneario haya empezado a desarrollarse hace poco, la ciudad está dotada de condiciones ideales para el descanso de playa. En el territorio de cada hotel hay una playa perfectamente equipada, y a la disposición de los huéspedes están las escuelas de buceo y surf, puesto de alquiler de equipos deportivos y magníficos restaurantes, ubicados directamente en la zona de playa. Aparte de la costa pintoresca y sol cariñoso, a los visitantes les atrae un gran surtido de vinos y la cocina italiana incomparable. Es que Bríndisi es uno de los centros de vinicultura más grandes. En cada restaurante le ofrecerán una carta de vinos riquísima, y Vd. podrá disfrutar de los platos únicos de marisco y probar la auténtica paella italiana. El mejor tiempo para el descanso de la playa es el período de mediados de abril a fines de octubre. En la ciudad hay algunos monumentos históricos curiosos, entre los cuales hay que destacar la Catedral, erigido en el siglo 12, el Palacio Castello Svevo, la fuente de Tancredo, la iglesia de San Giovanni al Sepúlcro y la iglesia del monasterio de San Benedetto. Todos estos edificios son las verdaderas obras de arte arquitectónico y son de gran valor para el país. El balneario empieza a ganar popularidad entre los turistas rusos, pero actualmente la mayor parte de los visitantes son viajeros de Francia. La principal ventaja del descanso en Bríndisi es el ambiente tranquilo y solitario, alejamiento de las ciudades grandes y ausencia de agitación, propia de muchos balnearios modernos. Si el descanso en la playa le parecerá monótono y tendrá ganas de diversificar el programa, puede ir de excursión a Grecia, donde le llevará la barca.