Hong Kong es una ciudad fantástica para el aventurero gastronómico. Compra bolas de pescado en palos o tofu apestoso en algún puesto de la calle. Las panaderías ofrecen pastel de novia, panecillos de piña y tartaletas de huevo. Si lo prefieres, lánzate a comer tanto dim sum como puedas. Cuando te hartes de las especialidades chinas locales y regionales, echa un vistazo a las opciones de alta cocina de los mejores chefs del mundo, como Joel Robouchon y Alain Ducasse